29.1.09

La Renga sigue dejando su huella



El sábado pasado, entre sierras, un río y tres escenarios, se llevó a cabo el Festival de la Huella Invisible, organizado por La Renga.

Más de 20 mil almas dijeron presentes en la larga jornada llena de rock. Lovorne fue la banda encargada de dar el puntapié inicial. Luciano Napolitano con su grupo interpretaron muchos clásicos de su idolatrado padre.

Luego, en la soleada tarde cordobesa, siguió Edelmiro Molinari, quien también siguió homenajeando a Pappo y, además, no se cansó de elogiar a La Renga. Su set contó con la presencia del ex baterista de Divididos Jorge Araujo en el cajón peruano.

Casi sin respiro, la tercera banda de la tarde dijo presente. MAD se encargó de energizar aún más el escenario. El cover “Highway to hell”, de AC/DC, fue el mejor momento de la banda liderada por “el Gato” Medina.

Pura atención en las sierras cordobesas. Desde España, el trío Koma se presentaba por primera vez en el país. Potencia pura para los europeos que sorprendieron a más de uno con sus letras y melodías.

De a poco las crestas se acercaban más al escenario. Era el turno de Los Violadores, quienes tenían que ganarse la aprobación de un público con otro gusto rockero, pero que demostró que se puede convivir y disfrutar de la gran rama familiar que abraza la palabra Rock. Es más, el grupo liderado por “Pil” sorprendió con una versión de “Clandestino”, de Manu Chao.

La convivencia siguió, y el público stone copó la valla. Los Gardelitos aparecieron sobre el escenario para mostrar todos los temas de su último disco “Oxígeno”, algo que disgusto a más de un fanático ilusionado con corear algún que otro clásico de los oriundos de Bajo Flores.

¡Mama, presta atención porque se viene El Tri de México! Alex Lora y su grupo rocanrolearon con todo el público argentino. “Triste canción de amor”, “Hey hey my my”, “Todo por el rock and roll”, “Víctimas de Cromagnon”, “Cuando tú no estás” y “Todo me sale mal” fueron muy bien incluidos en la lista de temas, sumando muchas gargantas desde el campo.



Ya de noche y empezando los primeros minutos del otro día, los organizadores del Festival de la Huella Invisible aparecieron sobre las tablas. Con “Almohada de piedra”, La Renga comenzó el set más esperado de la jornada, que repasó muchos clásicos, pero ninguno de sus primeros tres discos.

Lo más destacable fue cuando Chizzo le dedicó a su amigo Alejandro Sokol, recientemente fallecido, el tema “El final es en donde partí”, que siempre que lo invitaban a algún show lo cantaban a dúo.

Para finalizar con su presentación, los oriundos de Mataderos dieron lo mejor de si con “El revelde”, “El rey de la triste felicidad”, “La razón que te demora” y el himno renguero, “Hablando de la libertad”.

Cuando todos pensaban que el excelente festival sin grandes anunciantes terminaba llegó el “after hour”. Viticus se encargó de entretener a todos hasta que la tormenta logró que todo se terminara. Más clásicos de Pappo y zapadas, con Chizzo, Luciano Napolitano, varios integrantes de El Tri, y José Palazzo, productor del evento coronaron la gran iniciativa de La Renga, grupo que sigue dejando su huella en la historia del rock y demuestra que hay caminos alternativos para triunfar.

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